Llegan antes de actuar, se meten en sus camerinos a esperar su turno, pero también comen, beben, juegan, ven el show o se relacionan con otros artistas. Todo ello bajo la atenta mirada de los responsables de hospitality y del catering coordinator, que velan por cumplir al máximo sus deseos y que nos les falte de nada. Hablamos de los artistas y contaremos cómo podemos conseguir que el catering de artistas sea más sostenible.
La zona de camerinos es esa zona del festival en la que a todo el mundo le gustaría estar salvo si es el hospitality manager o el catering coordinator, ya que si eres una de estas personas lo último que tienes durante el show es paz, relajación y diversión, ya que el catering de artistas es una de las piezas clave de tu trabajo.
He conocido muchos de estos profesionales y la verdad es que por lo general son gente muy buena y profesional. El hospitality manager se encarga básicamente de brindar la atención necesaria para que artistas, promotores y marcas que participan en el evento no les falte de nada, procurando que todo el mundo esté a gusto. Por su parte el catering coordinator se ocupa de que el catering esté completo y acorde con las peticiones de los artistas.
Claro, y en cuestión de comida de los artistas para gustos los colores. Frutas, bebidas, aperitivos, café, té y pastas …, eso como base. Pero luego están las peticiones de los artistas. Si es vegano a buscarle ensaladas, humus y demás material. Pero si piden otras cosas (fabada asturiana, ¿yo que sé?) pues a conseguirla. Incluso he llegado a ver como algunos grupos (cabezas de cartel sobre todo) llevan su propio chef de gira que es el único que les da de comer.
Bueno, el caso es que con este panorama muchos me preguntaréis si es posible aplicar la sostenibilidad al catering de artistas cuando es el propio manager el que dice lo que hay que poner en el camerino.
Pues aunque no podemos “modelar” el catering tanto como nos gustaría para que fuese más sostenible, sí que podemos aplicar al menos 9 consejos para conseguir que el artista disfrute del catering que se merece, pero más sostenible. Vamos a verlos:
Los primeros tres consejos tienen que ver con el origen de las materias primas y del propio catering en si:
1- Cafés, tés, azúcar, chocolate, …, todo esto pueden ser productos de comercio justo, es decir, productos cultivados en un sistema comercial solidario y alternativo al convencional que persigue el desarrollo de los pueblos y la lucha contra la pobreza. Está basado en las condiciones laborales y salarios adecuados para los productores en origen, que les permitan vivir con dignidad. Estos productos son fáciles de conseguir hoy en día, así que no tienes excusa para que el catering del artista ayuda a productores alternativos.
2- Lo mismo que hablamos de comercio justo podemos hablar de productos ecológicos, es decir, aquellas materias primas (vegetales, carne, bebidas, cereales, …) que en todo su proceso de producción, no utilizan ningún producto químico, como podrían ser pesticidas, herbicidas, fertilizantes artificiales u hormonas del crecimiento. Estos productos son más respetuosos con el medio ambiente, y lo mismo, son muy fáciles de conseguir.
En el caso del pescado (si lo hubiera, por ejemplo en un sándwich de atún o salmón) no hablaríamos de producto ecológico, pues normalmente no se cultivan o crían en granjas, pero si podríamos hablar de que procedan de pesca sostenible, que es un sistema de extracción que implica dejar suficientes peces en el mar, respetar los hábitats marinos y garantizar que las personas que dependen de la pesca puedan mantener su medio de vida.
3- Podemos comprar a productores locales, no industriales o de otra localización del planeta, es decir, podemos gastar nuestro dinero en comprar verduras para una ensalada que en muchas ocasiones se han producido a varios cientos (o miles) de kilómetros, o buscar productores cercanos al festival a los que comprar estos productos.
Hablaríamos de emplear productos kilómetro cero o también llamados productos de proximidad, ya que su principal característica se basa en la poca distancia que hay entre su lugar de producción o de recolección y el punto de venta o de consumo final. El auge del consumo de estos productos está relacionado con el movimiento Slow Food e implica adquirir alimentos que han acumulado poca huella de carbono en su transporte y que su adquisición genera riqueza en el entorno.
4- Y por qué no darle un toque social al catering. Existen ya varias empresas de catering emplean a personas procedentes de colectivos en riesgo de exclusión social. Se trata de centros especiales de empleo cuya razón de ser no es el ánimo de lucro, sino dar trabajo a personas sin techo que previamente han recibido formación para trabajar en restauración. Aquí va un ejemplo.
El segundo bloque de consejos está relacionado con la manera en que servimos el catering al artista:
5- Ponemos ahora el foco de atención en la vajilla y cubiertos. Lo más normal (al menos lo que yo he visto) es el uso predominante del menaje/vajilla/cubertería desechable, con un claro predominio del plástico. Es más fácil muchas veces para un catering echar mano del cómodo y barato “usar y tirar” que emplear platos y cubiertos reutilizables (sobre todo para evitar toda la logística asociada a “fregar los platos”) Por eso, en caso de tener que ser desechables, recomiendo que estén fabricados con materiales que no procedan del petróleo o de cualquier tipo de plástico, como bambú, madera o bagazo. Pero sirva como consejo general evitar el empleo de plástico desechable tanto para servir la comida como para prepararla o transportarla.
6- Es bueno también que el catering sea lo más saludable posible, con toques veganos, healthy, con pocas grasas, comidas bajas en sal, pocos azúcares, …, aunque sobre esto a decir verdad tenemos muy poco control ya que siempre irá por delante la petición que el entorno del artista haga para su catering.
En tercer lugar tendríamos todo lo referente a los residuos:
7- Vamos a gestionar de manera separada todos los residuos que se originen del catering. Para ello podemos usar cubos para separar estas fracciones de residuos: vidrio, envases (plásticos+metálicos), papel/cartón sin ensuciar y restos (todo lo que no es envase, papel o vidrio). Muchos pensaréis que por qué no separamos los restos orgánicos también. Bueno si vais a hacer vosotros un compostaje de restos orgánicos en el festival lo podéis hacer, pero si al final se va a desechar para el camión de la basura hasta donde yo sé para festivales pocos son los servicios de recogidas de basuras que recogen materia orgánica de un festival para compostaje. Así que a falta de algo mejor al cubo de “restos”.
8- ¿Y la comida que sobra del catering? Si sobra algo normalmente en cuestión de segundos desaparece gracias a la gente de anda por allí (todo el mundo tiene derecho a un tentempié después de una noche de trabajo en un festival) Si aún así sobra comida que se pudiera aprovechar y todavía permanece en la cadena de frío o calor, pues nos podemos plantear donarlo a un comedor social. Pero para esto es muy importante garantizar las condiciones sanitarias de esta comida. Podéis leer más sobre esto en este post.
Y por último:
9- Si hemos puesto en marcha todas esas acciones para tener un catering de artistas más sostenible, ¿por qué no ponerlo en valor? Nos referimos a comunicar de alguna manera todas las acciones sostenibles al artista. Una buena manera es con carteles pequeñitos en las bandejas de catering en donde le hagamos saber que está consumiendo productos ecológicos, veganos, KM0, …, o simplemente que es un catering “sin plástico”, o social o que los residuos generados serán reciclados.
No sólo sabrá darle el valor que se merece a este tipo de acciones, sino que además estaremos ayudando al festival a transmitir una imagen positiva al artista, siempre y claro la comida esté buena, porque además de sostenible la comida siempre tiene que estar rica.
Saludos a todos!